Te lo doy, no. En todo caso te lo cambio. El (des)amor de Alfonso Casas.

Se define a sí mismo como un ilustrador y un perdedor de tiempo profesional.

Dice que lo que más le gusta del mundo es dormir y dibujar, pero que como de lo primero es imposible ganarse la vida, pues lo está intentando con lo segundo.

Es Alfonso Casas. Y en «Te lo doy, no. En todo caso te lo cambio», de Edicións de Ponent, habla del (des)amor.

Si aún no lo seguís en Instagram, no sé a qué esperáis.

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Take This Waltz

Una de las mejores escenas de sexo del cine.

Amor, etcétera

Amor, etcétera

“Nos conocimos, nos enamoramos y nos casamos. Cometí el error de pensar que era el final de la historia, cuando no era más que el principio. Supongo que es un error que cantidad de gente comete. Hemos visto demasiadas películas, leído demasiados libros, creído demasiado a nuestros padres”

“La historia de nuestra vida no es nunca una autobiografía, es siempre una novela: es el primer error que la gente comete. Nuestros recuerdos son sólo otro artificio”

“Todo el mundo tiene a alguien, o a un pedazo de alguien, o la expectativa o el recuerdo de alguien, a quien o a lo que desecha o traiciona en cuando conoce a fulano o mengana”

“Lo cierto es que se puede querer a dos personas, a una después de la otra y una interrumpiendo a la otra, como yo hice. Las amas de maneras distintas. Y eso no quiere decir que uno de los amores sea verdad y el otro falso”

“¿Tú crees que existe? Me refiero a la justicia en este mundo. ¿Crees que la virtud es recompensada y el vicio es castigado? ¿Crees que la virtud entraña su propia recompensa? Me parece que hay en esto una repercusión más bien masturbatoria. La virtud, supuestamente, tiene que aprender a ser autogratificante, porque nadie más que su poseedor va a ponerla cachonda. ¿Y lo opuesto es también cierto, que el vicio entraña su propia recompensa? Esto parece más acertado”

“Cada relación encierra los fantasmas o las sombras de todas las demás relaciones que no existen.Todas las alternativas abandonadas, las elecciones olvidadas, las vidas que podrías haber llevado y no lo has hecho. La idea me pareció enormemente consoladora porque era cierta, y al mismo tiempo sumamente inquietante”

“Hay montones de cosas en la vida que no son sencillas ¿verdad? Que tus amigos no te gusten, por ejemplo. O, mejor dicho, que te gusten y no te gusten al mismo tiempo”

“La amistad no es tan sencilla, ¿verdad? Conoces a alguien, te gusta, hacéis cosas juntos y sois amigos. Pero no hay una ceremonia en que se diga que lo sois, y no tenéis una meta. Y a veces sois amigos únicamente porque tenéis amigos comunes. Y hay amigos a los que no has visto durante una temporada y reanudas la amistad con ellos al instante, en el mismo punto en que dejasteis de veros; y otros con los que hay que empezar otra vez desde el principio”

“Estaba claro que ella esperaba a que le diese una explicación. Pero es una de las cosas que he aprendido a medida que me hago mayor. Uno no tiene que dar explicaciones si no le apetece”

“Siempre he pensado que si quieres llegar a conocer mejor a una persona, no tienes que llevarla a cenar a la luz de unas velas, sino observarla mientras trabaja. Cuando está absorta, pero no en ti”

“Hay muchas teorías sobre con qué se casan los hombres -con su destino sexual, su madre, su doppelgänger, el dinero de su esposa- , pero ¿qué tal la idea de que lo que buscan realmente es su conciencia? Dios sabe que la mayoría de los hombres no saben situarla en su sede tradicional, en algún punto cercano al corazón y al bazo, así que ¿por qué no adquirirla como un accesorio, como un techo de vehículo tintado o un volante con radios de metal? ¿O no podría ser, alternativamente, que lo que los hombres buscan no sea eso, sino aquello en que el matrimonio, necesariamente, convierte a las mujeres? Ahora bien, eso sería bastante más banal. Por no decir más trágico”

“Nunca se ha compadecido de ella misma; o si lo ha hecho, no lo admite. Tiene su orgullo. La vida no le ha ido como ella esperaba, pero se maneja bien. ESto no parece una lección, ¿verdad? Aún así, es la que ella me enseñó. Cuando yo estaba creciendo siempre me daba consejos y yo no los escuchaba, y la única lección de verdad que aprendí fue una que ella no trató de inculcarme”

“Ese es el motivo por el cual ya no explico tanto las cosas. Las hago, eso es todo”

“Hay unos cangrejos violinistas que supongo que no existen en vuestro país. Lo que tienen de especial es que desarrollan una pinza grande, sólo una: la otra conserva su tamaño normal. Y como esa pinza grande es un auténtico manjar, los cangrejeros la arrancan y tiran el resto del cangrejo al agua. ¿Y sabes qué hace el cangrejo? Empieza a regenerar la pinza perdida. Es lo que dice la gente. Así que supongo que es cierto. Se diría que el cangrejo debería quedar traumatizado, hundirse en el agua y morirse. Qué va. Vuelven otra vez, como si nunca les hubiesen arrancado la pinza. Como dice mi amiga Marcelle: ¿no te recuerda algo?”

“En mi experiencia, en lo que valga, no sucede que primero conoces a alguien, luego te enteras de una serie de datos sobre ese alguien y a partir de ellos decides que te gusta. Es al revés: alguien te gusta y después buscas pruebas que respalden ese sentimiento”

“Hay sentimientos que no tienen sentido, que no van a ningún sitio. Y como les falta rumbo, se te pueden escapar de las manos”

“La aparente paradoja de su vida consistió en que cuanto más se distanciaba de tierra firma, más crecía su sabiduría, hasta el punto que afluía un número cada vez mayor de gentes en busca de consejo y de consuelo. Una bonita parábola de sagacidad y su consecución, n’est-ce pas? Sólo alejándote del mundo lo ves claramente. Abandonas el mundo con el fin de comprenderlo. Huyes en pos del conocimiento”

“No se consiguen las cosas no pidiéndolas. Tampoco si no las quieres. (…) Cuando yo era más joven, recibí lo que me daban. La vida parecía hecha de ese modo. Y en la trastienda de mi mente supuse que existía algún sistema de justicia ahí arriba. Pero no existe. O si existe, no es para la gente como yo. Ni como tú, probablemente. Si sólo obtenemos lo que nos dan, no conseguimos gran cosa, ¿eh? Y todo gira en torno al deseo, ¿no? Cuando yo era más joven había cantidad de cosas que fingía querer o suponía que quería, sencillamente porque otras personas deseaban lo mismo. No pretendo ser más viejo ni más sabio -bueno, sólo un poco- pero actualmente sé lo que quiero y no pierdo el tiempo con lo que no quiero”

“Creo que los niños contraen fácilmente el hábito de creer que simplemente decir que quieren algo es una expresión interesante y valiosa de su personalidad. Creo también que es malo para ellos en la vida futura: quieres algo y lo tienes. Las cosas no van a ser así en la vida.¿Cómo le explicas a un niño que más adelante será algo normal querer algo sin tener siquiera una oportunidad de conseguirlo? ¿O al revés: conseguir algo para luego descubrir que no lo quieres, en definitiva, o que no es lo que pensabas que sería?”

“Querer es desear, y también carecer. Se desea lo que no se tiene. ¿Es tan sencillo como esto? ¿O puedes querer lo que ya has obtenido? En efecto: se puede desear la bochornosa continuidad de lo que ya se posee. Y también se puede querer deshacerse de lo que uno tiene, en cuyo caso, aquello de lo que careces ¿es carencia de algo? Veo que las cosas tienden a superponerse en esta zona”

“Quiero que la gente resulte ser, cuando llegas a conocerla mejor, exactamente como creías que era cuando la conociste”

Fragmentos de “Amor, etcétera”  de Julian Barnes 

Hank’s letter for Karen

No hay que perderse los momentos que podrían cambiarlo todo.

La mejor lista de Rob Gordon

Hay gente que hace(mos) listas.

De cualquier cosa.

Y gente que no las hace.

Sensación

Cuando cumplí 19 me escribieron una carta con un poema de Rimbaud.

Y fui feliz.

La gente ya no escribe cartas, y es una pena.

Rosana Calvo Diéguez